LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA.

Todos queremos vivir una vida feliz. una vida llena de experiencias positivas, las cuales podamos tranformar en recuerdos maravillosos; y una de las experiencias más romantizadas por la mayoría de las parejas enamoradas y en edad de casarse es aquella de formar una familia.

Si bién es cierto que los tiempos han cambiado mucho y a una cantidad cada vez más imprtante de jóvenes, ya no les atrae la idea de casarse y tener hijos; lo realidad es que la familia, siempre ha sido, es y será siendo el pilar más importante de la sociedad.

Es en la familia donde se aprenderán los valores y patrones de conducta que permitirán a un individuo manejarse de una manera correcta y responsable para lograr aceptación, dentro de su núcleo social; Dicha aceptación le dará al individuo la autoestima necesaria para navegar exitosamente en sociedad.

Es necesario entender que aunque los tipos de familias son variados, ninguna tiene la garantía de ser más exitosa que otra. Esto quiere decir, que la familia típica, es tan apta para formar individuos con las mejores cualidades y valores, que aquellas que no lo son.

También es importante notar que desde el momento que se forma una familia, automáticamente se están aceptando responsabilidades y deberes, con cada uno de los individuos así como con la sociedad.

La mayoría de las familias disfuncionales lo son, porque uno o ambos padres o cabeza del hogar han fallado en entender y/o aceptar dichas responsabilidades y deberes.

El hecho de que algunas áreas de la sociedad estén en caos, es en gran parte debido a que individuos con pocos o malos valores morales y sin escrúpulos han sabido tomar ventaja y abusar de las condiciones benévolas de dicha sociedad. Y esto no muestra más que el mal trabajo que han hecho algunos padres, familiares o personas encargadas, en la formación y desarrollo de sus hijos. Que ahora ya de adultos le toca a la sociedad limpiar el desastre que los padres no pudieron corregir en su momento.

Hay indudablemente en este mundo seres de luz, con espíritus hermosos y corazones generosos, que son ejemplo del esfuerzo y empeño que sus padres o familiares dedicaron a su formación.

Sabemos que no hay un manual de como ser los padres perfectos, pero por favor, seamos más concientes del trabajo que realizamos con esos pequeños seres inocentes que están ávidos de conocimiento, lisos y receptivos para aprender de nosotros lo bueno y lo malo, lo bonito y lo feo, pero sobre todo, el amor y el desamor.

Ama a tu hijo, y enséñale a amar a su prójimo como así mismo.

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Éste mundo te lo agradecerá.

Bendiciones.